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La Ezetimiba es un reductor de la absorción intestinal de colesterol y fitosteroles (AEMPS 2016, Merck 2007). Administación oral en una dosis diaria.
Sus datos farmacocinéticos (elevada fijación a proteínas plasmáticas y muy alto volumen de distribución) explican la ínfima excreción en leche materna encontrada. (Yeung 2024)
Las cifras de colesterol en leche son muy estables, aun en mujeres hipercolesterolémicas, y no se afectan de modo grave por la dieta o el estado nutricional de la madre, lo que hace suponer que el colesterol de la leche se sintetiza, al menos en parte, en la glándula mamaria (Lawrence 2016, p 289-90). No es probable pues, que la ezetimiba sea capaz de alterar la composición lipídica de la leche.
Los lactantes necesitan ingerir cantidades elevadas de colesterol, ya que es fundamental para el correcto desarrollo del sistema nervioso y de las membranas celulares, y es un precursor de varias hormonas y vitaminas.
Suspender el tratamiento farmacológico de las hiperlipidemias no graves durante el periodo de lactancia materna exclusiva no es probable que altere el resultado a largo plazo de la enfermedad, máxime cuando la lactancia puede considerarse terapéutica (Lawrence 2016, p. 393). Conviene seguir una dieta hipolipemiante y practicar ejercicio regularmente.
Para consideraciones sobre la conveniencia del tratamiento hipolipemiante durante la lactancia véase Hiperlipidemia, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia maternas.
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