Última actualización: 31 de Octubre de 2018
Compatibilidad probable
Las recomendaciones de e-lactancia las realiza el equipo de profesionales de la salud de APILAM y están basadas en publicaciones científicas recientes. Estas recomendaciones no pretenden reemplazar la relación con su médico, sino complementarla. La industria farmacéutica contraindica la lactancia, de forma equivocada y sin razones científicas, en la mayor parte de prospectos y fichas de medicamentos.
Tu aportación es fundamental para que este servicio siga existiendo. Necesitamos la generosidad de personas como tú que creen en las bondades de la lactancia materna.
Gracias por ayudar a seguir salvando lactancias.
Lactato de escualamina también se conoce como Cartílago de tiburón.
Lactato de escualamina en otros idiomas o escrituras:
Lactato de escualamina pertenece a las siguientes familias o grupos:
Principales marcas comerciales de diversos países que contienen Lactato de escualamina en su composición:
Escríbenos a elactancia.org@gmail.com
e-lactancia es un recurso recomendado por Academy of Breastfeeding Medicine - 2021 de Estados Unidos
¿Quieres recomendar el uso de e-lactancia? Escríbenos al correo corporativo de APILAM
Contiene condroitin sulfato, calcio, fósforo y glucosamina.
No hay pruebas científicas suficientes para afirmar que tenga efectos beneficiosos ni en la artritis, ni en la psoriasis, ni en la degeneración macular ni para tratar el dolor, la inflamación o la falta de apetito, o el cáncer (Basulto 2018, NIH 2017, nal 2007, Loprinzi 2005, Finkelstein 2005, Ostrander 2004).
Su consumo tiene efectos secundarios posibles: nauseas, vómitos, cólico abdominales, fatiga, mareos, hipotensión (NIH 2017).
Tiene propiedades pro-inflamatorias que pueden empeorar enfermedades como la artritis o el colón irritable (Merly 2015).
Se ha encontrado en el cartílago de tiburón contaminantes como el metilmercurio y la toxina cianobacteriana β-N-metilamino-l-alanina (BMAA) que es neurodegenerativa (Mondo 2014) y está asociada a la enfermedad de Alzheimer y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
A fecha de última actualización no encontramos datos publicados sobre su excreción en leche materna.
Dadas la falta de indicaciones comprobadas para tratar enfermedades y su frecuente contaminación por tóxicos, su consumo es prescindible y más durante la lactancia.