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Planta de la familia de las apiaceas de la que se utiliza el fruto y su aceite con fines medicinales y de condimento alimentario.
El aceite esencial contiene carvona, limoneno y otros terpenos.
Uso tradicional como carminativo, antiflatulento y antiespasmódico, incluso en lactantes muy pequeños para intentar tratar el cólico del lactante (Abdulrazzaq 2009, Stapleton 1995).
Planta desprovista de toxicidad a dosis habituales (Kazemipoor 2014), aunque se han descrito casos de hipotiroidismo inducido por su consumo (Naghibi 2015).
La carvona se excreta en leche en cantidad clínicamente insignificante (Hausner 2011 y 2008).
Dada su falta de toxicidad a dosis correctas, el consumo moderado durante la lactancia tendría escaso o nulo riesgo.
Aunque en algunas culturas se utiliza tradicionalmente para aumentar la producción de leche (Alachkar 2011), no hay pruebas científicas de su poder como galactogogo (Muresan 2011, Kopec 1999).
El mejor galactógogo es una lactancia a demanda frecuente y con técnica correcta (Mannion 2012, ABM 2011). No utilizar como galactógogo sin control sanitario.
Precauciones al tomar preparados de plantas:
1. Asegurarse que son de fuente fiable: Han ocurrido intoxicaciones por confusión de una planta con otra con propiedades tóxicas, envenenamientos por contener metales pesados y toxiinfecciones alimentarias por contaminación con bacterias u hongos.
2. No tomar en exceso; seguir recomendaciones de profesionales expertos en fitoterapia. Los productos “naturales” no son buenos en cualquier cantidad: las plantas contienen sustancias activas de las que se ha obtenido gran parte de nuestra farmacopea tradicional y pueden provocar intoxicaciones si se consumen en cantidad o tiempo exagerados.