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La lepra o enfermedad de Hansen es una infección curable producida por el bacilo Mycobacterium leprae. No es fácilmente contagiosa. La transmisión ocurre a través del contacto cercano a largo plazo con una persona infectada, posiblemente a través de la eliminación respiratoria de organismos. (Red Book 2021-24 p472)
Una madre lactante fue tratada con dapsona, rifampicina y clofazimina durante el embarazo y la lactancia. El crecimiento y desarrollo del bebé fueron normales durante el período de seguimiento de 1 año. (Ozturk 2017)
La lepra no es una contraindicación para la lactancia materna. Si el lactante también está infectado se debe tratar a made y bebé simultáneamente y no es preciso aislar. Si le lactante no está infectado, es aconsejable limitar el contacto madre e-hijo a los periodos de amamantamiento. (Lawrence p416)
Los fármacos antileprosos se excretan en la leche humana, pero no se han informado efectos adversos, excepto decoloración de la piel del lactante debido a la clofazimina. (Ozturk 2017)
El tratamiento con dapsona, rifampicina y clofazimina es seguro para el lactante y la madre, independientemente del método de alimentación. (Ozturk 2017, Lawrence p416)
La terapia multimedicamentosa para pacientes con lepra debe continuarse sin cambios durante el embarazo y la lactancia.
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