Última actualización: 12 de Febrero de 2019
Compatibilidad probable
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Entre las muchas especies de Candida existentes, la que con más frecuencia afecta a los humanos es la Candida albicans, que es un comensal habitual de boca, tracto gastrointestinal, vagina y piel y sólo en determinadas ocasiones provoca enfermedad.
Se puede encontrar en el pezón/areola de más de la tercera parte de madres sanas, asintomáticas (Boix 2017, Hanna 2011, Francis 2004) y algunos lo asocian al uso precoz de biberones (Morrill 2005).
Los oligosacáridos, la lisozima y la dermcidina de la leche materna inhiben el crecimiento y adhesión de la cándida, protegiendo el intestino del lactante, en especial del prematuro (Chow 2016, Gonia 2015, Vudhichamnong 1982).
El dolor profundo, urente, del pecho y pezón durante la toma se ha asociado clásicamente pero sin pruebas de laboratorio, -Cultivo, PCR (Hanna 2011, Moorhead 2011, Hoover 1999, Bodley 1997), con infección ductal o mastitis por cándida (Lawrence 2016 p 468, ABM 2014, Brent 2001), estando en entredicho esta asociación (ABM 2014, Carmichael 2002) ya que cuando se toman muestras de leche de mujeres con este tipo de dolor, los cultivos pueden ser negativos, o crecer cándida también en el pecho de mujeres sanas, o aparecer también Staphylococcus aureus (Witt 2014, Amir 2013, Betzold 2012, Hale 2009, Eglas 2006, Graves 2003, Thomassen 1998).
Hay que descartar también otros diagnósticos posibles como el mal enganche, el vasoespasmo o Raynaud del pezón, las dermatosis del pezón, los síntomas depresivos, el dolor funcional o la sobreproducción láctea (Berens 2016).
Se encontró cándida en pequeña proporción de casos de dolor profundo, pero también en mujeres asintomáticas (Amir 2013, Betzold 2012).
Se encontró Candida en el 25% de mujeres con dolor profundo de pecho, pero no hubo diferencias significativas en los síntomas y evolución en función de la positividad o negatividad del cultivo (Kaski 2018).
Un estudio no encontró diferencias significativas en la proporción de cándidas encontradas (por cultivo o PCR) en mujeres sanas y en mujeres con síntomas de dolor profundo de pecho (Mutschlechner 2016), mientras que otros sí: 54% en los casos de dolor, frente a 36% en las mujeres sin dolor (Amir 2013) o 30% versus 8% respectivamente (Andrews 2007).
Es pues controvertido el diagnóstico de candidiasis interna, ductal o mastitis por cándida, pero puede haber infección de pezón areola, oral, cutánea o vaginal en la madre.
Dado que la madre y el lactante pueden contagiarse mutuamente, se debe tratar a ambos (Barrett 2013), sin olvidar a la pareja de la madre.
Ni la enfermedad materna, ni los tratamientos necesarios son incompatibles con la lactancia (Kaplan 2015).
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