Ardi-belarri, Ardi-mihi, Suar-belar

Se usan las raíces de la planta. Contiene iridoides, valepotriatos, ácido valerénico, esteroides, aceites esenciales, GABA y taninos ^{(fitoterapia.net)}. Propiedades atribuidas: sedante, hipnótica, antiespasmódica ^{(MayoClinic 2018, EMA 2016, MedlinePlus 2014, EMEA 2010, WHO 1999 p267)}. Indicaciones Comisión E del Ministerio de Salud alemán: insomnio, nerviosismo, ansiedad. ^{(Blumenthal 1998)}

A fecha de última actualización no encontramos datos publicados en relación con la lactancia.

Es una de las plantas más utilizadas para tratar el insomnio en muchas culturas y países, incluso durante el embarazo y la lactancia ^{(Zaffani 2006)}, sin que haya pruebas claras de su eficacia ^{(Taibi 2007, Bent 2006, Prescrire 2005)} ni de su seguridad. ^{(Kennedy 2013, Sachs 2013, Consolini 2010, Cuzzolin 2010, Holst 2008, Tesch 2003)}

Hay muy pocos efectos secundarios graves notificados, como toxicidad hepática y pancreática ^{(Douros 2013, Bunchorntavakul 2013, Teschke 2012, Cohen 2008 )} y tiene poco riesgo si no se abusa de su consumo. ^{(MedlinePlus 2014, EMEA 2010, Taibi 2007)}

Su consumo moderado puede considerarse compatible con la lactancia, pero debido a sus posibles efectos sedantes sobre el lactante conviene evitarla en caso de prematuridad y durante el periodo neonatal ^{(Royal W.2013)}. Conviene vigilar aparición de efectos sedantes sobre el lactante.

 

Precauciones al tomar preparados de plantas ^{(Anderson 2017, Powers 2015, Posadzki 2013, Efferth 2011, Kopec 1999, Hsu 1995)}:

• Asegurarse que son de fuente fiable. Han ocurrido intoxicaciones por confusión de una planta con otra con propiedades tóxicas ^{(Hsu 1995)}, envenenamientos por contener metales pesados que extraen del suelo y toxiinfecciones alimentarias por contaminación con bacterias u hongos. ^{(Anderson 2017)}
• No tomar en exceso. Seguir recomendaciones de profesionales expertos en fitoterapia. Los productos “naturales” no son buenos en cualquier cantidad: las plantas contienen sustancias activas de las que se ha obtenido gran parte de nuestra farmacopea tradicional y pueden provocar intoxicaciones o actuar como disruptores endocrinos si se consumen en cantidad o tiempo exagerados, ya que contienen fitoestrógenos. ^{(Powers 2015, Zava 1998)}