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Gas noble, inerte, no explosivo, presente en la atmósfera a baja concentración.
Mezclado con oxígeno se utiliza como anestésico general.
Su falta de metabolización en el organismo, rápida eliminación pulmonar en pocos minutos y ausencia de liposolubilidad explican que los niveles de xenón en leche materna sean indetectables tras la anestesia con xenon (Stuttmann 2010).
Si quedase alguna traza de xenón en leche materna se difundiría en el aíre en cuestión de segundos (Stuttmann 2010) y, además, su nula biodisponibilidad oral impide el paso a plasma del lactante a partir de la leche materna ingerida.
Tras la anestesia con xenón, la madre puede amamantar tan pronto esté despierta, alerta y se encuentre en condiciones y capaz de sostener a su bebé.
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