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Se consumen las sumidades aéreas de esta planta herbácea. Contiene guanidina y galegina, con teóricos efectos hipoglucemiantes (Blumenthal 1998 p 332).
Se utiliza como galactogogo en animales domésticos desde la antigüedad y al inicio del siglo XX se vio que aumentaba la producción de leche en vacas (Zuppa 2010).
A fecha de última actualización no encontramos datos publicados sobre su excreción en leche materna.
Pese a lo extendido de su consumo (Sim 2013, Forinash 2012, Zuppa 2010), hay pocas pruebas científicas de calidad sobre su efecto como galactogogo (Mortel 2013, Forinash 2012, Comité LM 2012, ABM 2011).
Los escasos trabajos que dicen demostrar su poder galactogogo (Serrao 2018, Ozalkaya 2018, Zecca 2016, Turkyilmaz 2011) utilizan una mezcla de hierbas, todas pretendidamente galactagogas, en las madres del grupo experimental, por lo que no se puede atribuir el efecto encontrado a una en concreto.
Otros trabajos encuentran sensación materna de aumento de producción y buena tolerancia (Salatino 2017).
No se ha encontrado mayor capacidad antioxidante en la leche de mujeres que bebieron infusiones mezcla de esta y otras plantas (Kavurt 2013).
Dos recién nacidos y sus madres se intoxicaron gravemente tras beber ellas una media de dos litros diarios de una infusión mezcla de regaliz, hinojo, anís y galega (Rosti 1994).
Una madre se intoxicó gravemente (gastroenteritis, inflamación hepática) por beber de modo continuado una infusión mezcla de hinojo, fenogreco y galega (Sahin 2016).
Puede causar hipoglucemia (Zuppa 2010, Blumenthal 1998 p 332), aunque nunca se ha publicado..
Es una planta muy tóxica para el ganado ovino (Puyt 1981).
La comisión E del Ministerio de Salud Alemán desaconseja su uso en humanos por falta de pruebas de su utilidad terapéutica (Blumenthal 1998 p 332).
Dada su amplia utilización y escasa toxicidad y buena tolerancia a dosis correctas, el consumo moderado sería compatible con la lactancia. No utilizar como galactogogo sin control sanitario.
El mejor galactogogo es una lactancia a demanda frecuente y con técnica correcta en una madre que conserve su autoconfianza (Mannion 2012, Forinash 2012, ABM 2018 y 2011).
Precauciones al tomar preparados de plantas:
1. Asegurarse que son de fuente fiable: Han ocurrido intoxicaciones por confusión de una planta con otra con propiedades tóxicas, envenenamientos por contener metales pesados que extraen del suelo y toxiinfecciones alimentarias por contaminación con bacterias u hongos (Anderson 2017).
2. No tomar en exceso; seguir recomendaciones de profesionales expertos en fitoterapia. Los productos “naturales” no son buenos en cualquier cantidad: las plantas contienen sustancias activas de las que se ha obtenido gran parte de nuestra farmacopea tradicional y pueden provocar intoxicaciones o actuar como disruptores endocrinos (contienen fitoestrógenos: Powers 2015, Zava 1998) si se consumen en cantidad o tiempo exagerados.