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Las indicaciones aprobadas de vitamina B6 son exclusivamente el estado de deficiencia de vitamina B6 por dieta inadecuada, por deficiencia inducida por medicamentos, como isoniazida (INH) y contraceptivos orales, y por errores congénitos del metabolismo, como convulsiones o anemia dependientes de vitamina B6.
Las indicaciones fuera de prospecto para tratar neuropatías y dolores radiculares, de espalda, ciática y túnel carpiano (Geller 2016, Mibielli 2009) carecen de pruebas científicas suficientes (Ang 2008, O'Connor 2003).
Las necesidades diarias de Vitamina B6 son de 2 a 3 mg al día (Sauberan 2019, Ares 2015, Hall 2010, Chang 2002, Bender 1989). Con una dieta variada y equilibrada no se necesitan suplementos con esta vitamina. Su deficiencia es rarísima por estar ampliamente distribuida en los alimentos.
Dosis excesivas (mas de 50-100 mg/día) y por tiempo prolongado (meses versus años), como las que se utilizan en indicaciones fuera de prospecto, pueden originar neuropatías y otros problemas neurológicos en las personas que las toman (van Hunsel 2018, ADRAC 2008, Bender 1989, Waterston 1987, Dalton 1987, Schaumburg 1983).
La Vitamina B6 se encuentra en leche materna a concentración de entre 0,005 a 0,25 mg/L (Sauberan 2019, Hampel 2017, Lawrence 2016 p299, Ren 2015, Roepke 1979) siendo mayor en leche madura (0,1 a 0,25 mg/L) que en la de transición y en el calostro (0,01 a 0,02 mg/L).
La concentración de vitamina B6 en leche materna aumenta con la suplementación en la dieta o por tratamientos con Vitamina B6 (Sauberan 2019, Hampel 2017, Chang 2002, Ooylan 2002, Chang 1990, Styslinger 1985, Thomas 1980 y 1979, Roepke1979, West 1976).
La elevada fijación a proteínas plasmáticas de la vitamina B6 dificulta su excreción en leche materna, por lo que es muy improbable que con la suplementación se alcancen niveles terapéuticos que puedan afectar al lactante (se deberían alcanzar niveles en leche unas 200 veces superiores a los habituales).
Nunca se han publicado problemas en lactantes amamantados por madres que toman Vitamina B6.
En caso de necesitarse suplementos por deficiencia o dieta inadecuada, no conviene exceder de 40 - 100 mg diarios durante la lactancia (Sauberan 2019, van Hunsel 2018, Hale 2017 p.817, Ares 2015).
Hay pruebas insuficientes e informes contradictorios sobre la capacidad de la piridoxina en altas dosis para inhibir la secreción de prolactina y anular la producción de leche (AlSaad 2017, Anderson 2017, Oladapo 2012, Pepperell 1986, Andon 1985, Scaglione 1982, Vecchione 1980, Greentree 1979, de Waal 1978, Lehtovirta 1978, Macdonald 1976, Canales 1976, McIntosh 1976, Marcus 1975, Foukas 1973).
Conviene pues vigilar la producción de leche si se administra Vitamina B6 a dosis más elevadas de las necesidades diarias.
Diversas sociedades médicas, expertos y consensos de expertos consideran seguro el uso de esta medicación durante la lactancia (Hale 2017 p 817, Briggs 2017).
Academia Americana de Pediatría: medicación usualmente compatible con la lactancia (AAP 2001).
Listado de medicamentos esenciales OMS: compatible con la lactancia (WHO 2002).