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Los coronavirus son una familia de virus que provocan infecciones de tipo respiratorio en animales y humanos. Lo más frecuente es que causen un resfriado leve con tos, mucosidad nasal, dolor de garganta, fiebre y dificultad respiratoria leve.
Hace años que varias cepas de coronavirus están extendidas por todo el mundo y son la causa de un porcentaje elevado de resfriados en niños y adultos. Tienen baja mortalidad y, como en otros virus gripales, las complicaciones médicas y la mortalidad son mayores en personas de avanzada edad y en portadores de enfermedades crónicas (respiratorias, cardiovasculares, diabetes, etc.).
Algunas cepas de coronavirus que han mutado recientemente de algún animal al hombre son más agresivas y pueden causar problemas respiratorios graves, como el síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV) originado en China en 2003 y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) de 2012. Ambas cepas tenían mortalidad relativamente alta pero eran muy poco contagiosas y no han vuelto a detectarse casos de ellas.
Del nuevo coronavirus de Wuhan (2019-nCoV, SARS-CoV-2) procedente de China en 2019, a fecha de esta actualización, se va conociendo que es más contagioso que los anteriores pero con una baja mortalidad. De nuevo, las personas de edad avanzada y las que tienen enfermedades crónicas tienen mayor riesgo de presentar síntomas graves.
La inmensa mayoría de niños, incluidos los recién nacidos, padecen una enfermedad leve o son asintomáticos. (De Rose 2020/04, Wei 2020, Ludvigsson 2020)
El virus se contagia antes, durante y después del periodo que el paciente está con síntomas. La enfermedad, llamada COVID-19, no tiene tratamiento específico, pero sí vacunas para prevenirla. El tratamiento es de soporte: reposo, medicamentos para la fiebre y la tos, hidratación, humidificación, soporte respiratorio si necesario, etc. Las medidas para evitar el contagio son el lavado de manos frecuente con agua y jabón y permanecer a más de un metro de distancia de personas que tosan (WHO/OMS 2020.03). Las autoridades sanitarias advierten de la inutilidad y riesgo muy grave para la salud del uso de determinados productos comercializados como remedios milagrosos para tratar o prevenir la Covid-19.(OMS 2020, OPS 2020, FDA 2020)
LACTANCIA: (Murano 2023, Centeno 2021/01,WHO 2020/06, AAP 2020/05, WHO 2020/04, MS Argentina 2020/04, Stuebe 2020/04, Davanzo 2020/04, Italian SN 2020/04, LLLI&CDC 2020/03, SFC-2020/03, RCOG 2020/03, WHO/OMS 2020/01, UNICEF 2020/03, LLLi 2020/02, AELAMA 2020, IESMP 20202/03, ILCA 2020/03, INSP México 2020)
Se han encontrado anticuerpo específicos contra el coronavirus 2019-nCoV en leche materna (Fox 2020/05).
No se detectó el SARS-CoV de 2003 y el de 2012 en la leche materna.
Aunque se han detectado partículas de RNA del virus SARS-CoV-2 en alrededor del 10% de muestras de leche analizadas (Murano 2023, Chambers 2020/08, Costa 2020/06, Tam 2020/05, Groß 2020/05, Wu 2020/05, Liu 2020/04, Chen 2020/03), no se ha detectado SARS-CoV-2 viable ni transmisible en leche materna(Centeno 2021/01, Chambers 2020/08, Marín 2020/07) y no hay casos documentados de contagio al lactante a través de la leche materna (Murano 2023, Centeno 2021/01, Chambers 2020/08, Marín 2020/07, Groß 2020/05, Lackey 2020/05, De Rose 2020/04, Chen 2020, CDC 2020/02), al igual que ocurre con otros virus como el de la rubeola o la hepatitis C.
La Academia Americana de Pediatría apoya firmemente la lactancia materna como la mejor opción de alimentación para recién nacidos y lactantes incluso en madres afectas de CoViD-19 (AAP 2020/05).
Dado que los síntomas, al menos iniciales, son los de un resfriado común, es muy difícil e inefectivo aislar a tiempo a una madre con síntomas de catarro de su bebé lactante. Teniendo en cuenta los beneficios de la lactancia materna y el papel insignificante de la leche materna en la transmisión de otros virus respiratorios, la madre puede continuar amamantando.
Caso neonatal: la madre positiva a COVID-19, tras el parto debe usar una máscarilla médica cuando esté cerca de su bebé recién nacido y lavarse bien las manos antes de un contacto cercano con el bebé. Si la madre está muy enferma para amamantar, conviene que se extraiga leche para evitar problemas de congestión mamaria. Esta leche puede tomarla el lactante (AAP 2020/05, MS Argentina 2020/04, Italian SN 2020/04, UNICEF 2020/03, LLLi 2020/02, CDC 2020/02). A efectos de donación para bancos de leche, la pasteurización elimina por completo el SARS-CoV-2. (Chambers 2020/08)
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