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Se utilizan las sumidades florales de esta planta herbácea.
Contiene taninos y flavonoides, espireósido, rutósido, hiperósido, quercetina, kempferol y aceite esencial. Contiene alrededor el 0,1% de salicilatos (Moro 2011). De su nombre latino (Spiraea) deriva el nombre de la aspirina.
Propiedades atribuidas tradicionalmente, sin suficientes pruebas clínicas: antipirético, analgésico y antiinflamatorio (EMA 2011).
Indicaciones de la Comisión E del Ministerio de Sanidad alemán: resfriado común. (Blumenthal 1998 p169).
A fecha de última actualización no encontramos datos publicados sobre su excreción en leche materna.
Se ha descrito hemorragia gastrointestinal en un niño de 4 años que tomó un jarabe que contenía Ulmaria y Sauce (1,5% de ácido salicílico) sin poder precisar la causa exacta (Moro 2011).
Aunque el contenido de ácido salicilico de la Ulmaria es improbable que pueda provocar un síndrome de Reye a través de la excreción en leche, hasta conocer datos publicados sobre esta planta en relación con la lactancia, puede ser preferible evitarlo o hacer un consumo moderado y ocasional durante la lactancia, especialmente durante el periodo neonatal y en caso de prematuridad.
Precauciones al tomar preparados de plantas:
1. Asegurarse que son de fuente fiable: Han ocurrido intoxicaciones por confusión de una planta con otra con propiedades tóxicas, envenenamientos por contener metales pesados que extraen del suelo y toxiinfecciones alimentarias por contaminación con bacterias u hongos (Anderson 2017).
2. No tomar en exceso; seguir recomendaciones de profesionales expertos en fitoterapia. Los productos “naturales” no son buenos en cualquier cantidad: las plantas contienen sustancias activas de las que se ha obtenido gran parte de nuestra farmacopea tradicional y pueden provocar intoxicaciones o actuar como disruptores endocrinos (contienen fitoestrógenos: Powers 2015, Zava 1998) si se consumen en cantidad o tiempo exagerados.
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