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El malatión es un insecticida organofosforado con efectos parasimpaticomiméticos. Se utiliza en el tratamiento de la pediculosis de la cabeza y del pubis y en la sarna. Aplicación tópica.
También se utiliza en veterinaria, la agricultura y la horticultura, para el control de mosquitos y larvas.
El malatión se excreta en leche materna, como se demuestra cuando se consumen vegetales contaminados tras la fumigación. (Sanghi 2003)
El paso a plasma a través de la piel es menor del 10% (Butler 2014), pero la absorción oral es completa. No amamantar si madre con síntomas de intoxicación: lagrimeo, salivación, dificultad para respirar. (Schaefer 2007)
La ingestión de malatión, o un exceso de cantidad o tiempo sobre la piel, pueden causar una intoxicación grave. Ha sido retirado del mercado de la mayoría de países.
Durante la lactancia son preferibles alternativas más seguras. (Butler 2014)
No aplicar sobre el pecho o limpiar bien antes de dar de mamar. Llevar el pelo corto o recogido para que el lactante no lo pueda chupar.