Únete a nuestro boletín
Recibe información actualizada, novedades y noticias sobre la lactancia, el proyecto e-lactancia y otras iniciativas de APILAM
Legitimación: Consentimiento del interesado.
Como usuario e interesado te informo que los datos que nos facilitas estarán ubicados en los servidores de Mailchimp (proveedor de email marketing de APILAM) fuera de la UE en EEUU. Mailchimp está acogido al acuerdo EU-US Privacy Shield, cuya información está disponible aquí, aprobado por el Comité Europeo de Protección de Datos. Ver política de privacidad de Mailchimp. (https://mailchimp.com/legal/privacy/).
El hecho de que no introduzcas los datos de carácter personal que aparecen en el formulario como obligatorios podrá tener como consecuencia que no podamos atender tu solicitud.
Podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos en apilam.es@gmail.com así como el derecho a presentar una reclamación ante una autoridad de control.
Puedes consultar la información adicional y detallada sobre Protección de Datos en esta web: http://e-lactancia.org, así como consultar nuestra propia política de privacidad.
Se utiliza la raíz desecada del arbusto en fitoterapia, y las hojas y tallos en alimentación.
Contiene heterósidos hidroxiantracénicos, sobre todo antraquinónicos (aloe-emodina y reína) y diantrónicos (senósidos) de efecto laxante. Contiene también pequeñas cantidades de taninos, con efecto astringente. Es una planta muy rica en ácido oxálico (Prenen 1984).
Indicado en estreñimiento y, de modo tópico, en aftas.
Según datos muy antiguos (Tyson 1937, citado en LactMed 2017) las antraquinonas y otros compuestos del ruibarbo no se excretan en leche materna y los lactantes de madres que lo tomaron no sufrieron efectos laxantes.
La Comisión E del Ministerio de Sanidad alemán (Blumenthal 1998 p.185), la Agencia Europea del Medicamento (EMEA 2007) y la Organización Mundial de la Salud ( WHO1999 p.231) recomiendan no utilizarlo más de una semana, sin sobrepasar la dosis indicada en el producto, no indicándolo en niños ni madres lactantes.
Su uso crónico puede ser perjudicial para el intestino. Combatir el estreñimiento con medidas dietéticas y de higiene de vida.
Se han descrito intoxicaciones por ácido oxálico o antraquinonas por sobredosis accidental o en tiempos en que el ruibarbo se consumía como alimento en exceso (Barceloux 2009, Varslot 1980, Tallqvist 1960, Robb 1919).
Su consumo culinario moderado y el empleo ocasional como laxante no entraña ningún problema (no habiendo publicaciones al respecto) y tiene muy bajo riesgo durante la lactancia.