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El cloruro de benzalconio es un antiséptico y desinfectante de amonio cuaternario que se utiliza para limpiar la piel, las mucosas (oral, vaginal) y las heridas, en la dermatitis seborréica, como espermicida, y como conservante en medicamentos, como desinfectante de material quirúrgico y en productos de limpieza. Aplicación tópica en soluciones o cremas: cutánea, oral y vaginal.
No se detectó cloruro de benzalconio en el plasma ni en la leche de mujeres que utilizaban tampones que contenían dicho desinfectante. (Johnson 1989)
Se han detectado niveles ínfimos, probablemente sin significación clínica, en muestras de leche de mujeres que utilizaban desinfectantes domésticos con cloruro de benzalconio (más si uso frecuente y en aerosol). No se describieron problemas en los lactantes. (Zheng 2022)
La absorción sistémica a través de la piel es ínfima o por debajo del límite de cuantificación. (DeLeo 2021)
Los espermicidas conteniendo cloruro de benzalconio se consideran compatibles con la lactancia. (Serfaty 2015)
No aplicar sobre el pecho o limpiar bien antes de amamantar; evitar que el lactante lo ingiera, pues es muy caústico y puede provocar lesiones digestivas graves. (Civan 2016)
En conjunto, los datos indican que no existen preocupaciones de seguridad con respecto al uso de productos que contienen cloruro de benzalconio bajo las restricciones de concentración actuales, incluso cuando se utilizan en los niveles máximos permitidos. (Choi 2018)
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A nivel de riesgo laboral para la madre lactante (INSHT 2022, UN 2011, Reglamento CE 2008), las frases de riesgo (antiguas frases R, actualmente frases H de Hazard, peligro) o de prudencia (frases P) que deben aparecer en la ficha de seguridad de un producto son sólo dos:
Otras seis frases que se deben considerar durante la lactancia tienen relación con el poder cancerígeno, mutagénico o acumulativo de un producto:
Basándose en la ausencia de estas frases en las ficha de seguridad de este producto (Quimipur 2019), no sería preciso apartar a la madre lactante de su puesto de trabajo, bastándole a la empresa con cumplir las exigencias legales de valores máximos de exposición ambiental y a la trabajadora las normas aconsejadas de prudencia (guantes, lavado de manos, cambio de ropa, etc.